Nada más sencillo que preparar un exfoliante casero con azúcar para dejar la piel tersa y suave, para eliminar las células muertas y prepararla para los baños de sol.
¿QUÉ LLEVA?
Azúcar blanco, aceite de almendras, manteca de karité, vitamina E, aceite esencial o esencia frutal y semillas de amapola.
LOS INGREDIENTES
El azúcar blanco es un ingrediente muy económico para realizar productos exfoliantes. Extraído de la remolacha y compuesto de cristales finos con un diámetro bastante pequeño, tiene una acción efectiva sobre las células muertas e impurezas de la piel.
Se disuelve suavemente en contacto con el agua, tiene una acción natural hidratante y nutritiva.
El aceite de almendras dulces tiene propiedades lubricantes y emolientes. Gracias a su composición, tiene una excelente acción reafirmante , antioxidante , combate el envejecimiento de la piel, y es muy bien tolerado en el tratamiento de la piel seca y delicada, como la de los niños y bebés. Es rico en proteínas, sales minerales, carbohidratos y vitaminas A y B.
La manteca de karité tiene importantes propiedades hidratantes , emolientes y nutritivas. En esta fórmula ayuda a dar consistencia al exfoliante.
La vitamina E es un potente antioxidante que regenera la piel y evita el envejecimiento prematuro (arrugas y manchas).
Ejerce una acción antioxidante, prolongando la vida útil de los aceites y evitando un enranciamiento prematuro del cosmético.
Las semillas de amapola exfolian suavemente, eliminando la suciedad y las células muertas de la piel.
LA FÓRMULA
90 g. de azúcar blanco
9 g, de manteca de karité
25 g. de aceite de almendras dulces
10 gotitas de vitamina E
5 ml de esencia de coco y vainilla
1/2 cucharadita de semillas de amapola
Al no contener agua, no necesita conservante. El color de este exfoliante de azúcar es bastante amarillo pues utilicé un aceite de almendras macerado con manzanilla y caléndula que tenía preparado en casa.
¿CÓMO SE APLICA?
Lo cierto es que resulta un poco engorroso por lo que se llega a ensuciar el baño. Lo mejor es hacerlo en la ducha. Yo, particularmente, lo encuentro más conveniente para el cuerpo ya que para la cara puede resultar demasiado abrasivo (en mi opinión).
Tomar una cucharada en la palma de la mano y frotar entre las manos. Aplicar sobre la piel mojada. Masajear suavemente con movimientos circulares. Enjuagar bien con agua.
Los resultados son instantáneos. Notarás la piel muy, pero que muy suave. Y también la de las manos.
¿DÓNDE CONSEGUIR LOS INGREDIENTES?
Puedes encontrarlos en diferentes establecimientos, a continuación te recomiendo algunos en los que suelo comprar (solo España y Francia): ver aquí.
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