Hágalo usted mismo


Definición DIY : práctica de la fabricación o reparación de las cosas por uno mismo, de modo que se ahorra dinero, se entretiene, y se aprende al mismo tiempo.
Estupenda definición, aun que yo añadiría algo más.

Hablando en particular del tema cosmética, preparar nuestros propios productos para el cuidado de la piel puede resultar una tarea muy beneficiosa para nuestra salud, y muy gratificante para nuestro desarrollo personal.
Descubrir las maravillosas propiedades de las plantas medicinales, las virtudes de los aceites esenciales, experimentar con diferentes texturas, densas, fluidas.., mezclar aromas, pigmentos.., no es muy diferente a preparar una receta de cocina, solo necesitamos espacio, una buena predisposición, esmero y una pizca de sentido común.

Hacer cosméticos tiene muchas ventajas. Tú mismo puedes decidir qué ingredientes utilizas y cuales no. En las webs de adquisición de los productos viene todo tipo de información sobre ellos, con sus fichas técnicas.
Ahorras dinero, a veces algunos productos como mascarillas faciales tienen un precio muy elevado en el mercado, y simplemente llevan arcilla y agua.
También puedes regalar cosméticos sencillos, como jabones artesanos o cremas sencillas. Seguro que al destinatario le alegrará saber que lo hemos hecho nosotros mismos, con mucho cariño y esfuerzo, y que por ello es un regalo único.
Aprender a preparar nuestra propia linea de cosméticos es un lujo que nos deberíamos permitir.
Solo así, conociendo lo que llevan los productos que utilizamos diariamente, sabremos que estamos aplicando sobre nuestra piel un auténtico tesoro: ingredientes naturales, sanos y frescos, una joya que nos ofrece la Madre Naturaleza, y los cuales nos proporcionaran salud, confort y seguridad.
Todas las recetas que encontraréis en este blog son las que habitualmente utilizo, algunas he dejado de hacerlas, y al final de la entrada, en comentarios adicionales y personales explico el por qué.
Todas las fórmulas son completamente personificables, habrá que modificarlas según el tipo de piel, la edad y nuestras preferencias personales.

 En los últimos años, la moda de "hágalo usted mismo" se ha      convertido en una tendencia que afecta a todas las áreas de la vida  cotidiana: comida, bricolaje, ropa..  Los cosméticos no son una  excepción. Cada vez hay mayor número de sitios web que  presentan recetas para hacerlos de manera artesanal. Sin embargo, la producción éstos    productos de belleza no es tan inofensiva como parece. La cosmética "casera"  todavía no está regulada y preparar según  que productos, aunque sea para uso propio, implica un excelente  conocimiento de las materias primas, así como un buen control de  la fabricación.
En este contexto, las asociaciones y los organismos reguladores se  han encargado de lanzar campañas de información sobre el tema.
La necesidad de una higiene es muy estricta.
Si la fabricación industrial de productos cosméticos está regulada y sujeta a estándares de calidad para garantizar la seguridad del consumidor final, es diferente para los cosméticos caseros. En casa, el fabricante y el usuario somos nosotros. Y por ello, la fabricación debe realizarse en condiciones higiénicas impecables para evitar cualquier riesgo de contaminación y efectos no deseados.
Es por esta razón que la Federación de Empresas de Belleza (Febea) ha lanzado una campaña de información titulada "Cosmética para el hogar, no tan simple", que se supone que transmite buenas prácticas relacionadas con la fabricación casera de un tratamiento cosmético. El objetivo es sobre todo informar a las personas sobre la necesidad absoluta de respetar un cierto número de reglas básicas, que incluyen:
Lavarse bien las manos.
Limpiar y desinfectar los utensilios con detergentes efectivos.
Mantener los productos debidamente envasados en contenedores especiales de uso cosmético.

Los cosméticos "caseros" no serán adecuados para su uso cuando aparezca una modificación de sus características iniciales (olor, color, apariencia, consistencia y textura) o por la separación de las fases en el caso de una emulsión.
Algunas recetas excéntricas circulan libremente en Internet, lo que a veces puede ser un peligro real para la salud pública. Hay que utilizar el sentido común.
Es fundamental la necesidad de informarse y tener en cuenta las instrucciones comunicadas por los actores oficiales del sector.
También es importante recordar que los ingredientes utilizados en la composición de estos cosméticos "caseros"  no son tan inofensivos. Los aceites esenciales deben manejarse con mucho cuidado porque pueden ser irritantes y causar reacciones alérgicas.  También están contraindicados en algunas personas, especialmente en mujeres embarazadas.
Siempre hay que documentarse sobre los posibles efectos no deseados de todos los ingredientes a utilizar. Para ello, leeremos atentamente la ficha técnica proporcionada por la tienda especializada.
Finalmente, debéis saber que está estrictamente prohibido comercializar con nuestros productos"caseros"Están reservados exclusivamente para uso personal.