La exfoliación, tanto facial como corporal, ayuda a que la piel realice mejor su proceso de renovación celular y se mantenga más hidratada, flexible y tersa.
Es una limpieza profunda que debería realizarse una vez a la semana y que gracias a ello permite la eliminación de las células muertas, y una mejor penetración y asimilación de los principios activos de las cremas que se utilicen diariamente.
Esta receta pertenece a la web Veritas, que trabaja con productos ecológicos y orgánicos.
Me he permitido sustituir algunos ingredientes por otros con los que me gusta más trabajar, aunque el resultado puede ser exactamente el mismo.
¿QUÉ LLEVA?
Aceite de coco virgen, sal rosa del Himalaya, ralladura de naranja, de limón, y unas gotitas de vitamina E.
LOS INGREDIENTES
El aceite de coco es adecuado para todo tipo de pieles y tiene una fragancia exótica y fresca.
El aceite de coco es adecuado para todo tipo de pieles y tiene una fragancia exótica y fresca.
Tiene una alta capacidad de retención de humedad, por lo que actúa como un excelente humectante para su piel. Es un emoliente efectivo, porque contiene mucha grasa, por lo que actúa como calmante, dando a la piel una apariencia limpia y fresca. Además alivia el picor y la sequedad, siendo efectivo para pieles delicadas. Con propiedades antibacterianas y antimicrobianas, pero con una acción extremadamente suave, ayuda a resolver problemas como la dermatitis, el eccema y otras infecciones.
Es un poderoso antioxidante para combatir los antirradicales libres que atacan nuestra piel.
Mejora la calidad y su aspecto mediante la eliminación de las células muertas, la utilización de una exfoliación controlada y los poderosos efectos antienvejecimiento lo incluyen como ingrediente perfecto para este tipo de productos exfoliantes.
La sal del Himalaya de color rosa se puede utilizar para estimular la circulación, relajar, disminuir la presión arterial, aliviar el dolor en los músculos y eliminar las toxinas del cuerpo. Se puede utilizar con total confianza en las recetas para sales de baño, bombas de baño, jabón y exfoliantes corporales preparados en casa.
La sal rosa del Himalaya es la más pura de todas las sales, se le atribuyen propiedades curativas, suavizan la piel, contiene minerales y oligoelementosque estimulan la circulación, desintoxican y nutren la piel, el cuerpo y dicen que también el alma :-)
De los muchos elementos que contiene, los más importantes son de sodio (desintoxicación), el zinc (protección de la piel, aumenta la inmunidad), el magnesio (estrés, sedante), el ácido borónico (regula el cuerpo), el calcio ( limpia los poros si se aplica a la piel), y el potasio (equilibra la hidratación de la piel, reduciendo la retención de agua), entre otras.
También todos conocen las propiedades conservantes de la sal, por lo que no necesitaremos añadir ningún tipo de conservante al producto final.
La vitamina E ejerce una acción antioxidante, prolongando la vida útil de los aceites y evitando un enranciamiento prematuro del cosmético.
Los cítricos (naranja y limón) revitalizan e iluminan la piel, gracias a la vitamina C. También aportan frescura y aroma.
LA FÓRMULA
3 cucharadas de aceite de coco sólido
3 cucharadas de sal rosa del Himalaya (las he pasado por el molinillo de café junto a las ralladuras de los cítricos para conseguir una exfoliación más suave).
La ralladura de media naranja
La ralladura de medio limón
Unas gotitas de vitamina E
¿DÓNDE CONSEGUIR LOS INGREDIENTES?
Puedes encontrarlos en diferentes establecimientos, a continuación te recomiendo algunos en los que suelo comprar (solo España y Francia): ver aquí.
APLICACIÓN
Aplicar una vez por semana, después del baño o la ducha, masajeando suavemente.
Aclarar con agua e hidratar con una buena crema corporal.
Conservación: 6 meses, no necesita refrigeración.
Si tenéis alguna consulta o duda podéis utilizar el formulario de contacto. Gracias.