2 de agosto de 2017

Linimento oleocalcáreo

linimento oleocalcáreo casero

Como bien dice Coral (Miel & Lavanda), ésta es una de esas recetas que no puede faltar en el cuaderno de toda buena potinguera. 
Resulta ser una crema algo menos densa que un ungüento, y está hecha a base de agua de cal (hidróxido de calcio) y aceite de oliva o de almendras dulces. No necesita nada más. Emulsiona sola y no necesita conservante, parece magia, ¿verdad?

El típico remedio que sirve para todo, para el cambio del pañal, dermatitis, quemaduras, psoriasis, piel irritada, picaduras de mosquito, etc.., e incluso se utiliza como desmaquillante del rostro.
En cambio tuve una profesora de cosmética que desaconsejaba totalmente su uso, por tener una alcalinidad muy elevada, y bromeaba diciendo que quien se desmaquillara con éste linimento se quedaría algún día sin pestañas.
A mi me pareció una crema con una textura maravillosa, y la probé sobre mi piel a raíz de una urticaria que me salió de un día para otro, y he de decir que me fue bien, aunque no sé si darle todo el mérito al linimento o al antihistamínico que me recetó el médico.

¿QUÉ LLEVA?
Agua de cal, aceite de oliva macerado en caléndula y cera de abejas virgen

INGREDIENTES
El agua de cal  tiene numerosas propiedades, es un poderoso fungicida y antiséptico y se utiliza para hacer cremas y pomadas. 
El aceite de oliva virgen extra es el mejor aceite para uso cosmético, no ha perdido sus vitaminas, sus nutrientes,  ni sus antioxidantes durante el proceso de refinado.
Indicado para pieles resecas y estropeadas.
Macerado en plantas medicinales como la bardana, la caléndula o el hipérico, multiplica sus propiedades y resulta un ingrediente vital en la preparación de bálsamos y ungüentos para combatir alergias, eccemas, quemaduras y heridas.
También es muy utilizado como mascarilla natural para fortalecer el cabello y las uñas, y para tratar problemas como la caspa o la costra láctea de los bebés. Es un aceite bastante económico y aconsejable, para su uso cosmético, que sea virgen extra y procedente de la agricultura ecológica. 

La caléndula es una planta medicinal con una flor de color amarillo o naranja muy intenso. Crece en los prados silvestres, aunque también podemos encontrarla en viveros y centros de jardinería.
Es una planta sencilla y muy fácil de cultivar, y además es muy hermosa.
De la caléndula se recolectan sus pétalos, que es donde se encuentra la  mayor concentración de principios activos.
Por sus propiedades emolientes y epitelizantes, es un ingrediente imprescindible en cremas, tinturas, ungüentos y oleatos para tratar pieles secas y sensibles, la piel del bebé, rozaduras, quemaduras, picores, acné, y en general, cualquier problema o alteración de la piel.
Ideal para preparar tinturas, extractos y macerados en aceites vegetales.

La cera de abejas se obtiene de los panales de cera producidos por las abejas, en los que almacenan la miel.
Después de extraer toda la miel, el panal se funde en agua caliente, se limpia, se vierte en moldes y se deja enfriar. En su origen la cera es de color blanco, pero debido a la mezcla con el polen y el propóleo adquiere un color amarillento o marrón.
Es rica en componentes grasos, sobre todo en parafinas y oleinas. Además, debido a sus altos niveles de potasio, nunca se enrancia, por lo que su conservación es excelente.
La cera de abejas, en ésta receta, actúa como emulsionante.

¿CÓMO ES?
Su textura es suave, parecida a un bálsamo, y con el tiempo tiende a desfasarse, por lo que es aconsejable conservar en el frigorífico.

LA FÓRMULA
Aceite de oliva macerado en caléndula 50g
Agua de cal 45g
Cera de abejas virgen 5g

¿DÓNDE CONSEGUIR LOS INGREDIENTES?


Puedes encontrarlos en diferentes establecimientos, a continuación te recomiendo algunos en los que suelo comprar (solo España y Francia): ver aquí.

Para cualquier duda o pregunta podéis utilizar el formulario de contacto. Gracias.