El oro es el más obvio de todos los regalos. Es tan valiosa monetariamente hoy como lo fue en los tiempos bíblicos. En la Biblia, el oro se menciona muchas veces como un símbolo de riqueza tanto física como espiritual. Era una medalla preciosa que solo poseían hombres tan ricos como reyes. Cuando los magos lo trajeron como un regalo a Jesús, lo más probable es que simbolizara su reconocimiento de su autoridad como rey.
El incienso es la savia de un árbol del mismo nombre que se seca en trozos de resina de goma y se usa como incienso. En tiempos bíblicos se consideraba el mejor tipo de incienso, de hecho, incluso su nombre significa "incienso puro". Era tan valioso que solo los muy ricos podían permitirse usarlo. Se consideraba que el incienso era una sustancia medicinal que curaba una amplia variedad de dolencias, pero su uso más común era el incienso. A lo largo de la antigüedad, muchas culturas usaban incienso en su adoración, ya que el humo que se elevaba era una gran representación de las oraciones que subían al cielo. En el antiguo testamento, el incienso se menciona como uno de los cuatro componentes del incienso sagrado quemado por los sacerdotes judíos en el Santuario. El don de incienso a Jesús por parte de los magos habría significado su divinidad y su futuro como sumo sacerdote.
La mirra no es una sustancia que se usa hoy en día, pero en tiempos bíblicos se consideraba tan valiosa como el oro. Al igual que el incienso, es la savia de un árbol de mirra, secada en una resina de goma. Probablemente se usó principalmente como analgésico y como tratamiento para llagas, tos, infecciones y gusanos. Los antiguos a veces quemaban mirra en las habitaciones de los enfermos. Incluso se le dio como medicina a Jesús cuando se estaba muriendo. Se usó en el cuerpo de Jesús después de su muerte, una costumbre que también usaron los hebreos y los antiguos egipcios, que lo usaron para embalsamar. El aroma fragante de la mirra llevó a su uso frecuente como ingrediente en perfumes e incienso. Su sabor, sin embargo, no era tan agradable. La palabra mirra significa amargo, que se le dio a la sustancia debido a su sabor amargo. Los eruditos creen que los hombres sabios le dieron mirra a Jesús porque su sabor amargo representaba los tiempos difíciles que tendría en su vida. También puede haber presagiado su muerte. Algunos también creen que sus propiedades medicinales simbolizan su papel de sanador.
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